Sabotaje

De Joaquim Ruiz Millet

Sabotaje: Arte / Adrenalina ahonda y agranda la temática abierta por el anterior volumen de la serie —No me rayes, 2003—

La obra se presenta a modo de topografía de cierta adolescencia de los años 90’, marginal, desclasada y apartada del mundo burgués, con diálogos que rozan lo "borderline", en un tono coral bajo el que subyace la poética de una ética sin salida, descarnada, indiferente a todo valor, despreocupada, vivaz y hasta alegre a veces, que elude todo juicio moral.

 

CRÍTICAS SOBRE SABOTAJE

Montserrat Rodríguez Garzo - 26/3/12

Querido Joaquim: ha sido muy agradable e interesante conversar contigo. Anoto algunas de las cuestiones que presentas en tu discurso y que son nociones sobre las que trabajo desde hace tiempo en la idea de ir formando conceptos. Lo que me interesa en estos trabajos con la producción de los artistas son las formaciones que vinculan lo ético, lo estético y la catástrofe (Deleuze), eso que es del orden de lo necesario y que se manifiesta en la producción cuando hay artista.

El prefijo re, muy presente en lo que vas diciendo para nombrar lo que se vuelve a dar de nuevo, fundamento de la clínica psicoanalítica tanto en términos freudianos como lógicos, y lo que nombras como descarte, vinculado al juego, y por lo tanto a lo aleatorio y a la norma.

Lo que nombras como descarte: hace unos años presentamos un seminario, Actualidad del retrato; el trabajo preparatorio lo nombramos como "Bruto y descarte en el retrato". Preparando ese seminario me encontré con el uso que hace Nancy del término re-presentación, aludiendo a su sentido en términos etimológicos, como el indicador de que algo se vuelve a presentar. Me convino especialmente esta lectura de Nancy ya que plantea lo que tiene que ver con la presencia en el lenguaje de lo que tiene que ver con la mostración, con la presencia, más que con la demostración. Y leído así se demuestra algo que tiene que ver con la consistencia binaria del lenguaje y con los usos privados, los que están al margen de la normatividad, en términos wittgensteinianos. Fue realmente interesante escucharlo en tus dichos y en relación a tu posición como escritor.

Sobre los dos tiempos en tu producción literaria: entendí que este momento de tu trabajo, lo que estás preparando para editar, responde a lo que resulta de prescindir del descarte, puesta en forma de lo inexistente en términos formales, si pensamos la tecné con Aristóteles o del encuentro con lo real en términos psicoanalíticos, y su vinculación a la tyché, a lo traumático. Oportunamente iluminado en tu quehacer, usando tus términos.

Bueno, entre otras cosas por aquí va mi trabajo en relación al dolor como tratamiento, más que en el sentido de lo comúnmente expresado como "tratamiento del dolor"…

Después de escucharte decidí en firme por dónde continuar el trabajo "de campo", en reposo desde hace unos meses (desde que acabé el ensayo que inicia la teorización sobre estas cuestiones) He retomado el asunto en la idea de continuar con los editores de la primera parte del proyecto, si se deciden; así que les acabo de escribir… y me acaban de responder que la sorpresa ha sido encontrarse en la prensa con un replanteamiento ¿político? del Centro Cultural que promueve este proyecto, a espaldas de la dirección. Puro avasallamiento, hoy en expansión. Bueno, yo continúo con mi trabajo.

¿Seguimos? Un abrazo. Montse